En noviembre de 1964, en un accidente perdió la vida JULIO SOSA, apodado el “Varón del Tango”, que para entonces integraba la Orquesta del maestro Leopoldo Federico.

Ese gran vacío que se produjo, determinó que su director a través de la emisora Radio Splendid, organizara un concurso para incorporar un vocalista a tan prestigiosa orquesta y además cubrir la trayectoria de un cantor popular como Sosa.

Al mismo se presentaron 800 postulantes. Tarea ardua y difícil.

Entre tantos que pretendían ese honor, un joven de 21 años, nacido en el barrio de Palermo, fue el elegido. Su nombre: Roberto Ayala.

Para entonces, Baradero ya estaba elaborando su Primer Festival de Música Popular Argentina, y esos jóvenes que idearon nuestra fiesta, habían contratado a la Orquesta de Leopoldo Federico para ser parte de la grilla artística.

Febrero de 1965. Noche de sábado. Por un lado, los nervios propios de los organizadores y por el otro el debut del nuevo cantante de la Orquesta de Federico.

Si, fue acá en Baradero. Una plaza Colón colmada y la expectativa de quién reemplazaría a un ídolo como Julio Sosa en el escenario del Encuentro.

Ni bien empezó a cantar, aplausos y más aplausos interminables. En el centro del escenario y frente a una gran orquesta, ahí estaba Roberto Ayala.

Sus lágrimas, su emoción, el momento mismo, creo todavía lo debe recordar. Y quienes fuimos testigos de esa primera vez también.

Una historia para no olvidar.


OSCAR “NANI” RIGHINI

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