En una entrevista que ya es material para el stand-up político, el intendente Esteban Sanzio sorprendió con una insólita declaración: en pocas palabras, los baches y pozos de Baradero le pertenecen y es él —y solo él— quien debe arreglarlos.

En su cruzada por marcar territorio, Sanzio no dudó en criticar a Marcelo Daubian (espacio Hechos) por “atreverse” a señalar los pozos y pedir que los reparen. “¡Los pozos son míos!”, parece gritar el intendente, en una escena digna de sitcom municipal.

La situación roza lo absurdo: mientras la ciudad esquiva cráteres que harían sonrojar a la NASA, el jefe comunal saca pecho para recordarnos que si alguien va a tapar esos agujeros, será él… algún día.

Con este inesperado giro, queda claro que en Baradero no solo se disputa el poder político, sino también la propiedad intelectual de los baches. Y en eso, Sanzio no piensa ceder: “Mis pozos, mis reglas”.

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