Así título Infobae su nota referida a una historia de amigos que tiene una tradición en Baradero.
Una de las historias que reflejan el valor de la amistad es la de Daniel Sassone, conocido como el Loco en Baradero. Se trata de un personaje muy querido en su comunidad que organizaba reuniones dominicales en su casa, donde disfrutaba de asados junto a sus amigos mientras veían las carreras de TC y compartían una copa.
“No podían faltar el Cinzano Rosso, la soda, el hielo y la comida: era una cita impostergable”, recuerda Patricio Doppeler, un amigo de Sassone.

La historia cuenta que, en uno de esos encuentros, comenzaron a juntar tapitas de Cinzano en un botellón de vidrio, símbolo de las numerosas reuniones y la unión entre amigos. Siete años tardaron en llenarlo. Desde 2003 al 2010, recolectaron 1.277. Este recipiente, que fue un regalo de casamiento para Daniel y su esposa Leticia, se convirtió en un emblema de la amistad y los momentos compartidos.
Tras el fallecimiento de Sassone en 2021, su legado sigue vivo a través de su familia. Su viuda y sus hijas, Magalí y Milze, continúan la tradición de recibir a los amigos, siempre acompañados de Cinzano. En tanto que el botellón lleno de tapitas representa un testimonio del tiempo vivido y la fuerza de la amistad en este grupo.